Bienvenido Internauta! La historia nos aguarda!
En el siguiente texto, se verán palabras de un soldado en situación de trinchera en plena Segunda Guerra Mundial, mientras espera con ansias llegar a su casa, y comer una gran porción de Kassler junto a su hijo Rifler y su prometida Hellblau, extrañando dormir en los brazos de su prometida, al lado de la hoguera mientras oyen la radio.
Amada mía; No soporto este dolor, estar lejos de ti, de nuestro hijo, ¿como se encuentran? Espero que se encuentren bien...
Los soviets están retrocediendo gracias a Dios, aquí las cosas están bien que digamos, hemos logrado combatir con victoria, nuestras ametralladoras MG42, junto a nuestros tanques de la Wehrmacht Bt-7 , junto a otro T-26
Me he hecho amigo de un compañero llamado Cedrik Aufler que proviene de Leipzig, no tenemos mucho en común, pero a ambos nos gusta jugar al ajedrez, así que tan solo no estoy amada, extraño tus cálidos besos en las suaves brisas de otoño, y esos bellos panes que comíamos bajo la luz del sol en los atardeceres de verano con tu vestido rosado, con esos lunares que combinaba con el lunar mas bello de tu boca, extraño tu dulce susurro al oído mientras me contabas que zapatos te gustaría que te regale para esta navidad...
Tengo tu foto en mi casco junto a la de nuestro hijo, Dios no lo permita, pero si esta llegase a ser mi ultima carta de despedida, cuídalo, y educalo como debe ser, y hazle saber que su padre lucho por algo mejor, tienes que criarlo con valores, que vaya a la iglesia, busque un trabajo digno, construya una familia, y cuide de sus hijos junto a su esposa, así como yo desde lejos los tengo en mi mente y en oración cada día presente en mi corazón, espero volver y abrazarlos, Pronto llegara la victoria y los veré. Los amo
7 de junio 1942
Los soviets están retrocediendo gracias a Dios, aquí las cosas están bien que digamos, hemos logrado combatir con victoria, nuestras ametralladoras MG42, junto a nuestros tanques de la Wehrmacht Bt-7 , junto a otro T-26
Me he hecho amigo de un compañero llamado Cedrik Aufler que proviene de Leipzig, no tenemos mucho en común, pero a ambos nos gusta jugar al ajedrez, así que tan solo no estoy amada, extraño tus cálidos besos en las suaves brisas de otoño, y esos bellos panes que comíamos bajo la luz del sol en los atardeceres de verano con tu vestido rosado, con esos lunares que combinaba con el lunar mas bello de tu boca, extraño tu dulce susurro al oído mientras me contabas que zapatos te gustaría que te regale para esta navidad...
Tengo tu foto en mi casco junto a la de nuestro hijo, Dios no lo permita, pero si esta llegase a ser mi ultima carta de despedida, cuídalo, y educalo como debe ser, y hazle saber que su padre lucho por algo mejor, tienes que criarlo con valores, que vaya a la iglesia, busque un trabajo digno, construya una familia, y cuide de sus hijos junto a su esposa, así como yo desde lejos los tengo en mi mente y en oración cada día presente en mi corazón, espero volver y abrazarlos, Pronto llegara la victoria y los veré. Los amo
7 de junio 1942